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Derrotando al Dr. Oscuro

Un mal axioma

Hoy, en la fundamentalista católica Ep-paña, se ha juzgado por blasfemia a Javier Krahe por un vídeo que grabó hace 34 años.

En homenaje a Krahe, la canción El Cromosoma, que he citado varias veces para definir mi postura definitiva en cuanto a la religión (y que, normalmente, ha conseguido que, al menos, dejen de atosigarme con el acertijo del Padre, el Hijo y la Blanca Palo-o-ma).

El Cromosoma

Hace tiempo que me importa un comino
que el último jalón de mi camino
caiga lejos de Roma.

Hace tiempo que no juego al acertijo
tan esdrújulo de un Padre y un Hijo
y una blanca Paloma.

Y lo cierto es que no me desespero
desde el día en que al célebre madero
lo comió la carcoma.
Pero si me preguntan y lo digo
aparte de algún que otro íntimo amigo
todos creen que es broma.
Y como con eso no se bromea
esperan que Dios me de con la tea
de churruscar Sodoma
o que al menos diga yo reconfortante
que me he hecho mahometano o protestante
hablamos otro idioma.

Pues nada más que eso me faltaba
que tuviera que asirme a la chilaba
del profeta Mahoma
ni a tripa de Lutero ni aún de Buda.
Prefiero caminar con una duda
que con un mal axioma.

Porque dudo que al final de este asunto
la cosa no se acabe con un punto
sino con punto y coma.
Y no espero un cielo o un infierno,
no más confío en que seré algo eterno
gracias al cromosoma.
Tranquilo puedo vivirme mi historia
sabiendo que a las puertas de la Gloria
mi nariz no se asoma.
La muerte no me llena de tristeza
las flores que saldrán de mi cabeza
algo darán de aroma.

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