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Derrotando al Dr. Oscuro

Don Javier

- ¿Qué tiempo va a hacer? - me preguntó desde la ducha, subiendo la voz por encima del chorro de agua caliente.

- Espera que me asome.

 

Soleado. Otra vez. Maldita sea este eterno verano, esta temperatura tropical en pleno mes de noviembre. Habrá que coger una chaqueta, un jersey ligero, algo que se pueda quitar por capas cuando al mediodía apriete el sol y se llenen las terrazas de los bares, los columpios de los parques, los bancos de las avenidas... Cuando todo el mundo esté contento, sonriente y disfrutando de los veintipocos grados, algunos incluso en manga corta, y yo, en cambio, taciturno y malencarado, anhele una nube oscura, una ráfaga de viento helado, un vaho húmedo y espeso con cada respiración.

 

- Hace bueno - contesté y abrí en el el móvil la aplicación del tiempo. - Más o menos como ayer... Va a seguir así toda la semana.

 

Era un buen hombre, Don Javier. Así lo llamaron sus alumnos durante toda su carrera como profesor de instituto, incluso al final, en los años previos a la jubilación, cuando el uso del tuteo y el abandono de las fórmulas de cortesía para dirigirse a los profesores dominaban las relaciones en los institutos. A él no le importaba esa relajación de costumbres, nunca consideró, en realidad, que sus alumnos le debieran una formalidad, un "respeto", como lo llamaban tantos otros. Al fin y al cabo, los mismos que añoraban los "don" y "doña", los que suspiraban porque los chicos les recibieran de pie con un saludo unísono y cantarín, los que repetían que se habían perdido las buenas costumbres, eran esos mismos quienes, apenas eran tratados de usted, se ruborizaban y alegaban que no, que no eran tan mayores, que "no me hables a mí de usted que no tengo tantas canas". Don Javier, en cambio, se presentaba como Javier el primer día de clase. Pedía ser tratado con respeto y que no se le llamara la atención silbando ni chascando los dedos como a un perro. Daba ejemplo haciendo un esfuerzo por aprenderse los nombres de pila de todos su alumnos en la primera semana, excusándose cuando fallaba en alguno, explicando que consideraba importante poder referirse a cada cual por su nombre y que él esperaba lo mismo, que supieran nombrar a cada uno de sus profesores y profesoras sin recurrir a "el de Lengua" o "la de Mates". Pero en los alumnos pesaba la fuerza de la costumbre. Habían escuchado a sus hermanos mayores, a sus primos, algunos incluso a sus padres y madres hablar de "Don Javier" tantas veces que esa partícula formaba parte de su nombre para ellos. Donjavier, trisílabo. A Donjavier se le hablaba de usted, y era como un juego para ellos.

 

Don Javier, mi padre, era pequeño y flaco como un alfiler. Sus huesos azulados se le marcaban en su piel como de papel, con aquella pelusa fina que hacía las veces de vello, y los músculos, fibrosos y alargados, dibujaban su cuerpo de pájaro, más bien polluelo. Comía bien, no hacía más ejercicio que la caminata por la mañana y al mediodía de ida y vuelta al colegio y algún paseo ocasional, pero jamás consiguió engordar, ni siquiera cuando la doctora se lo aconsejó como medida de prevención para su salud. Quizá por eso, era extremadamente sensible al frío y andaba siempre vestido con gruesos abrigos, guantes, bufandas, sombreros de lana, botas... Sin embargo, el invierno era su estación favorita. Parecía como si su cuerpo enjuto funcionara mejor a baja temperatura y, cuando a los demás nos parecía que sus labios adquirían un peligroso tono morado, era precisamente cuando más energía mostraba. Uno de mis recuerdos de infancia, esos que permanecen en nuestra mente imprecisos, como en una nebulosa, de los que somos incapaces de precisar una fecha pero cuyas sensaciones son más intensas incluso que el presente, es caminar agarrado a su mano por la Gran Vía, o más bien ser arrastrado agarrado a sus guantes de lana forrados de terciopelo, envuelto en su grueso abrigo negro y en las coloridas bufandas que le gustaba llevar, apenas los ojos y la roja nariz asomando bajo el sombrero.

 

Aquel abrigo, aquellos guantes, aquel sombrero, hoy esperan en mi armario a que, de una vez, comience el invierno, caiga el frío sobre la ciudad, se hielen las aceras por la noche y amanezcan los setos cubiertos de escarcha. Yo, cada día, me asomo a la ventana maldiciendo el sol con mi pijama ligero, la taza de café templado, el edredón en el armario junto al abrigo, los guantes, el sombrero y las bufandas, esperando el día que pueda vestir como Don Javier, como mi padre, que ya no verá más inviernos ni me arrastrará jadeando por las heladas calles, ni me sonreirá tras su bufanda cuando me queje del frío y no me dirá: "Vamos, vamos, no te quejes... Abrígate un poco y verás como se te pasa".

Recuerdo

Recuerdo...

El interminable, caluroso, pegajoso verano. La Casería en el campo, el olivar, la era, la piscina, los catorce primos juntos otra vez. Las mañanas remojado en el agua, observando paciente cómo la piel se acartona, cómo me convierto en garbanzo. El silencio de la siesta La bicicleta por la tarde y aquellos cuatro kilómetros hasta La Esperanza, donde comprábamos chuches; la fuente de Don Pedro con su sabor a hierro, a manantial, a cabra. La desafiante cuesta abajo a la vuelta, sin manos, guiando la bici con las rodillas, agarrando rápido el manillar si se oía gritar “¡Coche!”. El asfalto en mis rodillas, en mis codos, en mi cara. El miedo a otra caída, el miedo insensato que no evitaba que, todas las tardes, repitiéramos la experiencia. La llegada de mis abuelos al caer el sol, siempre anunciada por los ladridos de los perros, el viejo Renault azul oscuro subiendo la cuesta acompañado de los mastines vociferantes. Mi abuelo venía también por la mañana, con la compra y las tareas del día, luego iba a buscar a la abuela Baba y por la noche demoraba todo el rato que podía volverse al pueblo. Era feliz allí, rodeado de hijas, yernos, nietos y perros.

El corto, helado, fugaz invierno. La enorme casa en el pueblo, los escalones de madera que crujían como gritando, el suelo del desván cubierto de cebollas que para nosotros eran el mar rodeando nuestro barco pirata. El salón de verano en la planta baja donde leía aventuras en el frescor de la tarde. El almacén de juguetes en la planta de arriba, con todas las viejas muñecas de mi madre y sus hermanas durmiendo en baúles junto a disfraces de carnaval, caballitos de madera y el viejo y oxidado material médico. Las sábanas heladas, el escalofrío que sentía al estirar las piernas bajo las mantas, forzándome a aguantar hasta que mi cuerpo conseguía calentar la cama y me quedaba dormido esperando a los Reyes. El armario en el pasillo, una puerta camuflada en la pared, con el mismo papel pintado que el resto de la casa, y el secreto que mi abuela compartía conmigo: el escondite de la llave que daba acceso a los caramelos. La tostada con aceite, hecha en la chimenea, que desayunaba mi abuelo y yo al lado, orgulloso de ser el único de los catorce nietos que compartía su costumbre de levantarse temprano. Pasear con él por el pueblo y notar el respeto de los vecinos, ese trato afable y caluroso que daban a  Don José. El despacho cerrado de la planta baja, la única habitación cerrada con llave en la que sólo entré el día que enterramos a mi abuelo y, sentado junto al ataúd, le tocaba la cara esperando que despertase.

Debate, verdad y censura.

Hace un par de días se publicaba en Mundo Obrero, un artículo de Juan Segovia acerca de los controvertidos productos transgénicos. Hoy ese artículo ha sido censurado a petición de un miembro del PC, Raúl Ariza, secretario regional de Aragón. Según su propia explicación en twitter, "no expresa la opinión aprobada en los órganos del PCE". Para que tal artículo se pueda leer y escape de la censura practicada sin miramientos por el Sr. Ariza y siguiendo el ejemplo de varios compañeros reproduzco aquí el artículo de Juan Segovia.

 

ECOLOGISMO Y TRANSGÉNICOS: UNA PROPUESTA DESDE LA IZQUIERDA
Parece haber una guerra abierta del movimiento ecologista en general y de los partidarios de la “agricultura ecológica” en particular contra una tecnología conocida como ingeniería genética, y más concretamente contra los organismos genéticamente modificados, los famosos transgénicos. Los enemigos de esta tecnología sostienen que dichos organismos son potencialmente peligrosos para el medio ambiente y el consumo humano y que su producción lleva al agricultor a perder control sobre sus productos en favor de multinacionales como Monsanto.

 

En cambio los defensores de los organismos genéticamente modificados (entre los que me encuentro) sostenemos que no hay estudios que demuestren la supuesta peligrosidad de estos organismos (lo que no quita que pueda haber algún estudio concreto de algún organismo concreto, en situaciones experimentales muy concretas). A esta falta de pruebas sobre la peligrosidad se suman las numerosas pruebas en sentido contrario, como la que apuntan que estos organismos pueden contribuir a mejorar el medio ambiente, ya sea gracias a la capacidad de algunos para resistir a las plagas (lo que conlleva un menor uso de pesticidas), la menor necesidad de agua para su producción en otros casos y un largo etcétera de mejoras que hacen que los cultivos sean más resistentes y productivos. A estas ventajas medioambientales se suman también otras para la salud humana. Un buen ejemplo de ello es el arroz dorado, que de ser producido en grandes cantidades podría evitar más de un millón de casos de ceguera al año por déficit de beta-carotenos en Asia, o el trigo sin gluten que recientemente se ha desarrollado en la Universidad de Córdoba.
En cuanto al tema de la dependencia tecnológica de multinacionales, debemos recordar que la agricultura mundial ya dependía de estas mismas multinacionales antes de que existieran los transgénicos y por lo tanto estos no pueden ser nunca la causa de esta dependencia. No se trata de estar en contra de esta tecnología como forma de oponerse a las multinacionales, de la misma forma que nuestra lucha contra los abusos de Microsoft o Apple no nos llevan a estar en contra de la informática sino a apostar por el software libre y gratuito. De la misma forma, en agricultura deberíamos apostar por algo parecido, un sistema público de desarrollo de esta tecnología que permita al agricultor acceder a la misma libremente, reduciendo o eliminando la actual dependencia con las multinacionales. Un camino que ya han iniciado muchos países, como Cuba, donde el estado financia la investigación sobre semillas transgénicas que posteriormente llegarán a los agricultores a precio de semillas corrientes. Gracias a esta tecnología, Cuba ha comenzado a cultivar un maíz resistente a la principal plaga de la isla, reduciendo su dependencia del maíz de importación y por lo tanto mejorando su soberanía alimentaria.

 Sin embargo, el análisis básico de los ecologistas sobre el modelo agrícola actual es sustancialmente correcto: El sistema de explotación capitalista de la agricultura es un modelo insostenible desde el punto de vista medioambiental que está generando numerosos problemas como la erosión y pérdida del suelo, la contaminación de ríos y acuíferos por culpa de los abonos nitrogenados inorgánicos y de pesticidas, pasando por la desecación de esos mismos acuíferos, la generación de residuos sólidos, la deforestación de grandes zonas de selva tropical para obtener tierras de labor, etc. A todo esto debemos sumar que el actual modelo agrícola es socialmente injusto por que dificulta la supervivencia a los pequeños agricultores y favorece que a las multinacionales acaparar cada vez mayor parte del pastel; haciendo que los pueblos sean cada vez más dependientes de estas compañías y convirtiendo la alimentación en un producto para especular en lugar de un Derecho Humano con el criminal resultado de que millones de personas mueran de hambre. no por la falta de producción de alimentos sino a causa de esa especulación que tan vilmente enriquece a unos pocos.

 Frente a este modelo, la respuesta ha sido la agricultura mal llamada ecológica u orgánica, cuyos heterodoxos planteamientos pueden ir desde posturas más o menos basadas en propuestas racionales que se apoyan en investigaciones científicas serias hasta en las ideas metafísicos de ciertos grupos, amantes de concepciones esotéricas sobre “lo natural” que defienden la vuelta a un supuesto pasado idílico en el que vivíamos en “armonía con la naturaleza”. Si bien de los planteamientos de estos últimos poco se puede sacar de utilidad, lo cierto es que gracias a los primeros tenemos conceptos tan valiosos como el de lucha integrada contra las plagas, la combinación de cultivos para aumentar la resistencia frente a enfermedades, el compostaje, la protección del suelo mediante setos y/o técnicas de laboreo adecuadas y otras propuestas que suponen una valiosa contribución a un futuro modelo de agricultura sostenible que garantice el derecho de la humanidad a una alimentación sana y de calidad. Muchos de los defensores de la tecnología transgénica califican a la agricultura ecológica de anticientífica y a sus partidarios de tecnófobos radicales que rechazan irracionalmente el avance tecnológico. Postura esta última irracional, absurda e insostenible, ya que si bien es cierto que dentro de este movimiento hay mucho new age pasado de peyote; lo cierto es que, como reza el dicho, no todo el monte es orégano y agricultores ecológicos hay de muy diverso pelaje: desde luditas radicales a simples agricultores convencionales que ven una oportunidad de conseguir con la moda de “lo orgánico” mejores mercados y un precio más justo por su producto. No obstante, la mayoría de ellos comparten una preocupación genuina por el medio ambiente y la búsqueda de un modelo agrícola alternativo que sea medioambientalmente sostenible y que garantice la soberanía alimentaria de los pueblos. Algo con lo que desde un planteamiento de izquierdas difícilmente puede estarse en contra.

Desgraciadamente, hoy en día estas técnicas por si solas no pueden competir ni de lejos en producción con las de la agricultura tradicional. El producto ecológico es un producto caro que sólo tiene futuro gracias a un sector de la población que posee dos características muy específicas: un poder adquisitivo suficiente para poder hacer frente al sobreprecio que supone esta forma de explotación y la creencia de que estos productos son mejores para su salud personal o que dicho producto tiene ciertas cualidades organolépticas superiores (el consabido tomate “que sabe a tomate de los de antes”) que le lleva a pagar ese sobreprecio. Así, lo que en principio pretende ser una respuesta contra la agricultura capitalista, acaba siendo integrado en este sistema como (ironías de la vida) un producto de lujo. A esto ha contribuido enormemente el hecho de que para considerar a un producto como “ecológico” no tiene que probar que es ambientalmente sostenible, sino solamente que en su producción no se han utilizado productos químicos de síntesis. Es decir, que unos kiwis producidos en Nueva Zelanda sin productos químicos de síntesis y transportados a Europa por avión obtendrían su sello de orgánicos pese a que la huella ecológica debida a ese transporte por avión sea posiblemente muy superior a la de cualquier producto cultivado en las cercanías del lugar de consumo, sea o no orgánico. De la misma forma, será considerado ecológico un producto abonado con abonos orgánicos, aunque estos sean utilizados excesivamente y contaminen (que también pueden) un cauce de agua próximo.

 

Debemos entender que la actual agricultura ecológica no es hoy en día una alternativa, sino una parte más del modelo capitalista de explotación agrario, que con el marketing de la defensa de “lo natural” tiene como público objetivo a las clases más pudientes de dicho sistema. Plantear una batalla agricultura ecológica contra convencional carece de sentido pues ambas se encuentran integradas en el modelo de mercado capitalista, cada una dirigida a grupos de consumidores diferentes, uno más generalizado y el otro más especializado y pudiente. Frente a esto debemos plantearnos un modelo de producción agraria diferente que sea realmente sostenible para el planeta, que permita garantizar la soberanía alimentaria de los pueblos y una buena calidad de vida al agricultor, y que al mismo tiempo proporcione alimentos de calidad a un coste asequible para cualquier persona. Un modelo así requiere tener en cuenta una gran cantidad de factores, desde los sociales y económicos relacionadas con los medios de producción y la propiedad de la tierra hasta los relacionados con los métodos de producción, como las técnicas de cultivo para emplear o la selección de plantas adecuadas. En este modelo sostenible los transgénicos son una herramienta agrícola más que contribuyen con semillas más resistentes tanto a enfermedades y plagas como a sequías o heladas. Desde esta perspectiva basada en el concepto de producción integrada sostenible, la soberanía alimentaria de los pueblos y la consideración del derecho a comer como un derecho humano fundamental que debe ser garantizado por los poderes públicos mundiales, los cultivos transgénicos son perfectamente compatibles con los planteamientos ecologistas, pudiendo convertirse en una tecnología extremadamente valiosa en la consecución de esos objetivos.

 

Juan Segovia. Militante del PCA e Izquierda Unida Andalucía y miembro del grupo promotor del Área de Ciencia en Izquierda Unida.
Twitter: @juanillosegovia

 

Es inconcebible que se practique una censura de tal calibre en una revista de izquierdas, órgano de comunicación del Partido Comunista. Hace mucho daño repetir maneras y procesos que hace ya mucho tiempo debieron quedar desterradas de las prácticas de un partido de izquierdas. Es especialmente dañino cuando el artículo en cuestión es irreprochable en su planteamiento e intención: fomentar el debate interno sobre un tema que debe ser abordado con seriedad, sin anatemas ni prejuicios sino desde la única perspectiva posible: la de cómo utilizar un avance científico de primer nivel a beneficio de la humandidad. Se puede estar de acuerdo o no con los argumentos expresados, se pueden realizar matices a las formas empleadas... ¿pero borrar el artículo de un plumazo, apartarlo de la vista bajo el argumento de que "no es la opinión aprobada por los órganos del Partido"? ¿No se permite, acaso, tener una opinión distinta y plasmarla, debatirla, discutirla? ¿Cómo es posible el debate si solo se permite la opinión oficial? ¿Es MO una revista de propaganda hacia el exterior, un panfleto donde no caben fisuras ni matices?

Manifiesto:

El próximo 9 de mayo la Plataforma Estatal por la Escuela Pública (formada por sindicatos, organizaciones estudiantiles, confederaciones de padres y madres de alumnos, etc...) ha convocado una huelga general en todo el sector educativo (incluyendo profesorado, alumnado, familias, PAS...) contra la LOMCE, la reforma universitaria y los recortes.

Comparto el manifiesto que promovimos el año pasado en el IES Santa Rosa de Lima (Córdoba) y que este año, con las pertinentes modificaciones y actualizaciones, promoveremos desde el IES Diego de Siloé (Íllora):

 

Por el derecho a una Educación pública gratuita y de calidad

 

HUELGA GENERAL EDUCATIVA -- 9 DE MAYO 2013

 

El profesorado del IES Diego de Siloé (Íllora) que suscribe este escrito desea expresar su defensa incondicional de la Educación pública ante los ataques que, en forma de recortes presupuestarios y reformas legislativas, viene sufriendo desde el Gobierno de España y de la Junta de Andalucía y llamar a la participación en la huelga general educativa del 9M.

 

La educación no es un gasto sino una inversión. Vivimos en un país donde el desempleo se ceba con aquellos que carecen de la formación suficiente, aquellos que no disponen de los conocimientos y las competencias necesarias para adaptarse a reconversiones, cambios productivos, avances tecnológicos... El índice de paro en España es del 27% y el paro juvenil se acerca al 60%, debido, en gran medida, a la ausencia de la formación necesaria para afrontar la crisis del ladrillo. El 60% de los jóvenes españoles sin empleo no superaron la ESO: este drama, del que ya se advertía desde el sector educativo cuando en los años del desenfreno veíamos al alumnado abandonar sus estudios por un puesto de trabajo de baja cualificación, no se puede solucionar recortando en Educación, precisamente la herramienta precisa para poder encontrar otro trabajo, continuar su formación... Necesitamos más inversión: más profesorado, más planes, más espacio, más herramientas, más tiempo con cada alumno/a.

 

La educación no es una prestación social sino un DERECHO constitucional que debe ser preservado como garantía de que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen las mismas oportunidades de desarrollo personal y profesional. La Educación Pública es el pilar en el que se sostiene un Estado de Derecho (no del "bienestar"... de DERECHO) que garantiza la igualdad y la justicia social.

 

Los recortes perpetrados han acarreado una disminución en la calidad de la enseñanza, empeorando las condiciones de trabajo de los profesionales de la educación y privando al alumnado de aquellas herramientas diseñadas específicamente para mejorar la integración y la atención a la diversidad. Pues esto, y no otra cosa, supone el aumento de horas lectivas: la supresión de medidas tales como los grupos flexibles o desdobles, los programas de diversificación, las adaptaciones curriculares. Esto, y no otra cosa, supone la reducción de salario: desmotivación del profesorado, desincentivación de la vocación en futuros docentes... Esto, y no otra cosa, supone la ampliación de la ratio y el despido de miles de interinos. Esto, y no otra cosa, supone el retraso planificado en las sustituciones. Esto, y nada más, supone la subida de tasas universitarias y la posible introducción de nuevas tasas en ciclos y bachilleratos: la expulsión de buena parte de la sociedad del sistema educativo que, recordémoslo una vez más, les pertenece por DERECHO.

 

La Junta de Andalucía, en virtud de su autonomía y su capacidad normativa, no puede ni debe profundizar en los recortes ya realizados desde el Gobierno Central. Los ajustes derivados de la crisis económicas no pueden recaer sobre quienes menos culpa tienen de ella: nuestros alumnos y alumnas. Por ello, exigimos a Junta y Gobierno que den marcha atrás en sus medidas de recorte. Que buceen en otras partidas presupuestarias, comenzando por sus propias prebendas y siguiendo por el enorme fraude fiscal que atenaza al país y encuentren el dinero necesario para proporcionar una educación pública gratuita y de calidad. Es NUESTRO DERECHO y su DEBER.

 

PARTICIPA EN LA HUELGA DEL 9-MAYO

POR TU PRESENTE, POR SU FUTURO

 

 

Está en su naturaleza

FÁBULA DEL OBRERO Y EL NEOLIBERAL

(Drama en tres actos)

 

Érase un pobre obrero

que viendo su país zozobrar,

por la burbuja y el banquero,

decidió votar neoliberal:

 

"Harto estoy de socialistas"

razonaba en la barra del bar

"igual sus enemigos de listas

consiguen esto arreglar"

 

Llegaron las elecciones

y con ellas las mismas, viejas

promesas y acusaciones

que de las urnas lo alejan.

 

Pero el ingenuo obrero,

creyó que un hombre sereno,

recto, derecho, sincero,

pondría fin al desenfreno.

 

Menos de dos años pasaron,

ya el obrero estaba escandalizado,

"¡Las pensiones recortaron,

becas, sanidad, todo cerrado!"

 

"¡Meses llevo parado,

de mi casa me han echado,

las urgencias han cerrado,

mis hijos en el cole hacinados!

 

¡Te has pasado ahorrando!

¿Qué haces, loco austero?

¡Si continúas recortando

nos vamos los dos al agujero!"

 

Igual que es natural

lo del escorpión y la rana,

recorta el neoliberal

allá donde le da la gana.

Obama: "Teachers matter"




 

 

El Presidente Obama tiene por costumbre publicar un vídeo semanal, cada sábado por la mañana, en el que, dirigiéndose a sus ciudadanos, trata sobre algún asunto. Las charlas son cortas, de unos cinco minutos, y pueden consultarse en la web de la Casa Blanca o en Youtube (con subtítulos y todo). Con todas las pegas que se quiera poner a la forma y al contenido de las charlas, la comparación con Rajoy duele: ¿alguien es capaz de imaginarlo dando un discurso semanal en televisión (no digo ya lo de diseñarlo específicamente para la web...)? ¿Alguien imagina el nivel de su dicción, la calidad de sus ideas, su incapacidad para hilvanar conceptos...?

Pero a lo que íbamos: el discurso del 18 de agosto de Obama lleva por título "El Congreso debería respaldar el plan para contratar profesores". Ya el pasado 9 de junio publicó otro titulado: "El Congreso debe actuar para mantener el empleo de nuestros profesores". Ambos discursos están centrados en la necesidad de no solo mantener sino elevar el número de profesores en las escuelas americanas, aún en tiempos de crisis (precisamente en tiempos de crisis) como inversión de futuro y como garantía de que los niños americanos serán, en el futuro, trabajadores capaces, adaptables y, sobre todo, felices.


De nuevo, las comparaciones con nuestro Presidente duelen. Mucho.

Me duele este niño hambriento

El Niño Yuntero, de Miguel Hernández.

Cantado por Joan Manuel Serrat.

 

Carne de yugo, ha nacido
más humillado que bello,
con el cuello perseguido
por el yugo para el cuello.

Nace, como la herramienta,
a los golpes destinado,
de una tierra descontenta
y un insatisfecho arado.

Entre estiércol puro y vivo
de vacas, trae a la vida
un alma color de olivo
vieja ya y encallecida.

Empieza a vivir, y empieza
a morir de punta a punta
levantando la corteza
de su madre con la yunta.

Empieza a sentir, y siente
la vida como una guerra,
y a dar fatigosamente
en los huesos de la tierra.

Contar sus años no sabe,
y ya sabe que el sudor
es una corona grave
de sal para el labrador.

Trabaja, y mientras trabaja
masculinamente serio,
se unge de lluvia y se alhaja
de carne de cementerio.

A fuerza de golpes, fuerte,
y a fuerza de sol, bruñido,
con una ambición de muerte
despedaza un pan reñido.

Cada nuevo día es
más raíz, menos criatura,
que escucha bajo sus pies
la voz de la sepultura.

Y como raíz se hunde
en la tierra lentamente
para que la tierra inunde
de paz y panes su frente.

Me duele este niño hambriento
como una grandiosa espina,
y su vivir ceniciento
revuelve mi alma de encina.

Lo veo arar los rastrojos,
y devorar un mendrugo,
y declarar con los ojos
que por qué es carne de yugo.

Me da su arado en el pecho,
y su vida en la garganta,
y sufro viendo el barbecho
tan grande bajo su planta.

¿Quién salvará este chiquillo
menor que un grano de avena?
¿De dónde saldrá el martillo
verdugo de esta cadena?

Que salga del corazón
de los hombres jornaleros,
que antes de ser hombres son
y han sido niños yunteros.

 

Me alegra que me hagas esa pregunta...

Ayer vi pululando por Internet una de esas noticias que te hiela el alma. "España, en la 111ª posición en el ránking de enseñanza de Matemáticas y Ciencia". Carallo, la 111ª. Reconozco que los profesores aquí somos bastante malos, pero 111... ¿Cuántos países hay, 160, 170? Vaya palo. Los comentarios en dicha noticia, los esperables: que si somos una mierda, que los profesores no pegamos palo al agua, que si país de pandereta...

Pero algo dentro de mí (supongo que el tipo que se pasa varias horas a la semana preparando actividades, corrigiendo ejercicios, viendo cómo progresan la mayoría de mis alumnos...) se rebelaba. No, no puede ser, esto está mal. No somos TAN malos. Tenemos científicos en el CERN colaborando con lo del bosón, a nuestros becarios se los rifan en cuanto salen por ahí, en número de publicaciones científicas no andamos tan mal... Espera, ¿cómo era el nombre del informe? ¿Global Competitiveness Report? Ya. Competitividad. Y lo publica el Foro Económico Mundial. Vamos a echar un vistazo al GCR.

Efectivamente, aquí está: en la página 445 del informe (PDF) está la tabla de clasificación. Singapur en primera posición, en segunda Bélgica, en tercera Finlandia, luego Suiza... Espera, ¿Bélgica? Los otros suelen capitanear siempre las listas y clasificaciones internacionales (PISA, UNESCO, etc...) pero, ¿Bélgica? España, por su parte, hundida en el puesto 111 de un total de 142. Moldavia, Zimbabwe, Irlanda, Surinam, Kirguizistán... todos por encima. Espera, ¿Irlanda? De ése me suena que estábamos mejor en el último PISA. Busquemos a Grecia: posición 61. Por ahí no paso: Grecia salió muy mal parada en PISA... ¿Cómo han medido esto?

En la cabecera de la tabla está la respuesta: ¿Cómo evaluaría Ud. la calidad de la educación matemática y científica en su país? [1 = pobre; 7 = excelente]. ¿Usted? ¿Cómo evaluaría "usted"? ¿A quién se refieren?

A ver la fuente de los datos: Executive Opinion Survey (Encuesta de Opinón Ejecutiva). Empiezo a sudar: las palabras "ejecutivo" y "competitividad" a menos de dos kilómetros de distancia suelen producir una peligrosa reacción léxica con riesgo de explosión semántica... Si se busca el Executive Opinion Survey (EOS) en Google y se accede al primer enlace se encuentra uno con esto. Para acceder hace falta un usuario y contraseña... O sea, que es una encuesta que se hace a "ejecutivos" desde el Foro Económico Mundial. Ejecutivos que hará que no pisan una escuela unos veinte años de media, supongo. Y se les pregunta por su opinión. Del 1 al 7. Grandioso.

En este PDF explican mejor a quién mandan el cuestionario. 130 ejecutivos españoles respondieron a esta encuesta, del 1 al 7, sobre la enseñanza científico-matemática en España. Y sobre otro montón de cuestiones. Con un par.

Ya he perdido toda confianza en el GCR, pero por pura curiosidad comparemos ahora los resultados con los del último informe PISA (2009). Los resultados de España fueron bastante malos, al menos para lo que se debe esperar de un país europeo con nuestro PIB y éxito económico (aún no había estallado la burbuja): puntuación media de 483 en Matemáticas y 488 en Ciencia (sobre una media de 500). Regular pero no catastrófico (15 puntos por debajo de la media, en este tipo de resultados, es estar EN la media). Grecia (puesto 61 en el GCR) tiene un 466/470, significativamente por debajo. Croacia (29ª en el GCR) un 460/486. Catar (nada menos que la 13ª en el GCR) fue la quinta por la cola en PISA con 368/379.

¿Qué han medido, entonces, los del Executive Opinion Survey? Fácil: la opinión que sobre la enseñanza científico-matemática tienen los "ejecutivos" locales. La única conclusión válida, por tanto, es: los ejecutivos de Catar o de Croacia tienen mayor estima por su sistema educativo que los españoles. O ni siquiera eso: los ejecutivos griegos o los indonesios son más generosos cuando se les pide que puntúen, a voleo y en una encuesta on-line, de 1 a 7. Que me imagino yo al Dr. Oscuro (ejecutivo él) haciendo un alto en sus planes de conquista mundial: "¿Las matemáticas? Uf, me acuerdo yo del "Pelucas" (mote que me pusieron en uno de los institutos donde he estado...) Pues... un 4. No, un 2. ¿Un 3? Va, un 3".

Un grillo en mi salón

De madrugada, yo en cama,
comienza un grillo su canción.
Cri, cri, cri, grita y repite,
Y pone fin a mi sopor.

Paciencia, pienso: ya se irá.
Estoy reventado, extenuado:
lo de hacer ejercicio
me tiene tan cansado

que no dudo un momento
en que vencerá el sueño
al chillido molesto
del grillo su concierto.

Es pertinaz, el bicho.
Canta alto, el bicho.
¿No está muy cerca el bicho?
¡Que alguien le quite el altavoz!

Una hora ya ha pasado
desde que, como un reloj,
cada segundo ha marcado
el cri-cri desvelador.

¡Maldito seas, insecto!
A cabezón no me ganas,
Me levanto a por agua
Y vuelvo raudo a la cama.

En el pasillo, se calla.
¡Qué paz! ¡A dormir!
Pero el pedazo canalla
en cuanto toco la almohada

retoma su llanto o reclamo
con el furor renovado
del amante despechado.
¡Pa’ mí que va mal follado!

Otra vez me levanto
en arameo jurando.
¡Cómo el bicho grita tanto,
cómo forma tal espanto!

Ni que estuviera escondido
en mi cocina o el baño,
o bajo el mueble metido,
ése tan grande y de antaño.

De puntillas me acerco
Y ahí lo encuentro tan pancho.
En un rincón apoyado
Al fresquito y tan ancho.

Con la escoba pongo fin
A la eterna serenata.
A esta hora no hay piedad
Para un bicho de seis patas.

Pero el insecto fantasma
Aún vaga por mi casa,
Y como última venganza
A las siete de la mañana

El despertador ha dicho
en claro homenaje al bicho:
¡CRI CRI CRI CRI CRI CRI!

El rescate en SMPF (tm)

A menudo, los números grandes representan un serio desafío para muchos ciudadanos y no menos periodistas. Ahora que en prensa y televisión se suceden astronómicas cantidades de dinero para salvar este o aquel banco (o todos a la vez), aquí va mi pequeña ayuda contra esta confusión, apoyándome en el sistema de unidades glosadas por el Camarada Bakunin en Halón Disparado en un post de julio de 2007: El Sistema Métrico Periodístico Futbolero (TM).

 

Si pusiéramos los 100 mil millones de euros del rescate en monedas de euro...

  • Apiladas una encima de otra, serían 26300 veces más altas que el Monte Everest. Más de 700 mil veces la altura de la Torre Eiffel.
  • Una al lado de la otra, formando una alfombra rectangular, ocuparían una superficie equivalente a casi 6000 campos de fúmbol (por supuesto, el campo de fúmbol unitario es el Santiago Bernabéu).
  • Para trasladar dichas monedas serían necesarios 5 cargueros como el Emma Maersk, el buque mercante con mayor capacidad de carga del mundo.
  • Con el dinero del rescate se podrían comprar mil Cristianos Ronaldos.
  • Por último, mi preferida: todas esas monedas podrían rellenar una de las Torres Kio hasta una altura de 80,8 metros. O sea, faltan unos 35 metros para conseguir llenar una torre entera. Y aún quedaría la otra. Miedo. Mucho miedo.

Un mal axioma

Hoy, en la fundamentalista católica Ep-paña, se ha juzgado por blasfemia a Javier Krahe por un vídeo que grabó hace 34 años.

En homenaje a Krahe, la canción El Cromosoma, que he citado varias veces para definir mi postura definitiva en cuanto a la religión (y que, normalmente, ha conseguido que, al menos, dejen de atosigarme con el acertijo del Padre, el Hijo y la Blanca Palo-o-ma).

El Cromosoma

Hace tiempo que me importa un comino
que el último jalón de mi camino
caiga lejos de Roma.

Hace tiempo que no juego al acertijo
tan esdrújulo de un Padre y un Hijo
y una blanca Paloma.

Y lo cierto es que no me desespero
desde el día en que al célebre madero
lo comió la carcoma.
Pero si me preguntan y lo digo
aparte de algún que otro íntimo amigo
todos creen que es broma.
Y como con eso no se bromea
esperan que Dios me de con la tea
de churruscar Sodoma
o que al menos diga yo reconfortante
que me he hecho mahometano o protestante
hablamos otro idioma.

Pues nada más que eso me faltaba
que tuviera que asirme a la chilaba
del profeta Mahoma
ni a tripa de Lutero ni aún de Buda.
Prefiero caminar con una duda
que con un mal axioma.

Porque dudo que al final de este asunto
la cosa no se acabe con un punto
sino con punto y coma.
Y no espero un cielo o un infierno,
no más confío en que seré algo eterno
gracias al cromosoma.
Tranquilo puedo vivirme mi historia
sabiendo que a las puertas de la Gloria
mi nariz no se asoma.
La muerte no me llena de tristeza
las flores que saldrán de mi cabeza
algo darán de aroma.

Derrotando al Dr. Oscuro VIII

En cierta ocasión, el Dr. Oscuro creó una secta religiosa con la que lavar el cerebro a la mayor cantidad posible de gente y usarlos para dominar el mundo.

Afortunadamente, la nave espacial que debía llevarlos a Ganímedes Pi45 se presentó puntualmente y allí viven, comunicados con su verdadera esencia y en libertad y armonía. Así fue como, una vez más, derrotamos al Dr. Oscuro.

Parte tora to Rajoy!

Parte tora to Rajoy! Espontáneo griego en el programa de "Salvados" del 21/05/2012

In your face

Jolene

En un episodio de "Padre Made in USA", Roger (el alienígena escondido en el ático con una mortadeliana habilidad para disfrazarse) necesita coger el coche pero está demasiado borracho para conducir. No hay problema, hay canciones que pueden ponerte sobrio en un instante.

La canción se llama "Jolene" y es interpretada por Dolly Parton. El siguiente vídeo muestra todo lo que Estados Unidos puede dar de sí (entiéndase esta última frase con el mayor respeto y admiración).

Ese parking de caravanas. Ese pelazo que no se movería ni un milímetro durante ese tornado. Esa chica alegre que acaba de llegar y va a destrozar la familia. Jolene, please don’t take my man, please don’t take him just because you can. Jolene, yo tuve tu edad, una vez. Mis tetas eran tan firmes y tiernas como las tuyas. Así los tenía, así. Pero ahora no, ahora tengo lo que tengo. A mi hombre. No me lo quites, niña. No te lo lleves, aunque sea solo porque te apiades de mí, por pena, por solidaridad con la mujer que serás dentro de 20 años. Jolene, Jolene, Jolene.

Derrotando al Dr. Oscuro VII

En cierta ocasión, el Dr. Oscuro decidió que, para desarrollar sus planes de conquista mundial, debía contratar a los más brillantes alumnos de las mejores universidades de Física, Matemáticas e Ingeniería.

 

Afortunadamente, nosotros habíamos desarrollado previamente un adictivo RPG online. Los muy frikis invirtieron todo el dinero del Dr. Oscuro en armaduras mágicas y amuletos de hechizos x5 para sus personajes. Así fue como, una vez más, derrotamos al Dr. Oscuro.

Derrotando al Dr. Oscuro VI

En cierta ocasión, el Dr. Oscuro contrató a cien sanguinarios y despiadados asesinos para utilizarlos en sus planes de dominación mundial. Se aseguró, además, de contratar a los menos inteligentes para asegurarse fácilmente su obediencia.

Por suerte, todos ellos tenían que pasar por el aeropuerto donde únicamente tuvimos que poner a un par de nuestros hombres a la salida de la recogida de equipajes sosteniendo en alto un cartelito que ponía "Dr. Oscuro". Vinieron como corderitos.

Así fue como, una vez más, derrotamos al Dr. Oscuro.

Españistán

 

Visto a través del Tito Rinze.

El futuro

Aunque el video no explica en detalle cómo funciona (de hecho, se me alborota el ano cuando dice "sensores que mágicamente detectan lo que le rodea..."), es uno de esos inventos que nos cambiarán la vida de aquí a, digamos, 20 años.

 

 

La curva de la felicidad

La curva de la felicidad

Hace poco (vergonzantemente poco, debiera decir) me he enterado de cómo funciona en España el IRPF "por tramos". Solía pensar que "por tramos" significaba "por escalones", y que, en los límites entre cada escalón, se producían anomalías absurdas como ganar más dinero que antes pero quedarte con menos debido a los impuestos.

Como no podía ser de otra forma, esto no es así, sino que los tramos se aplican a la parte "excedente" del tramo inferior. Para una explicación mejor, se puede ver este artículo.

Lo que me ha sorprendido más es el resultado de hacer ciertos números... Siempre había pensado que la curva del porcentaje real que se paga de impuestos respecto de los ingresos era una curva progresiva: cuanto más ingresos, mayor porcentaje y, además, mayor crecimiento del porcentaje. Esto es, que si con 15 mil € de ingreso se paga un 15,9% y con 30 mil € un 21,6% (5,5% más), entonces aumentando otros 15 mil € pagaríamos más de un 27,1% (el porcentaje crecería más del 5,5% anterior). Así, hasta llegar a un límite a partir del cual todos pagarían el mismo porcentaje (en caso contrario se llegaría a gravar un 100% y eso no puede ser...).

Pues no: la curva que relaciona el porcentaje real que pagamos de impuestos respecto de nuestros ingresos tiene otra forma, una muy sorprendente. Cuanto más ganes, menos crece ese porcentaje (crece, pero a ritmo más lento). Eso de arriba es la famosa curva de la felicidad.